lunes, 29 de junio de 2015

El cerdo ibérico: nuestro olivo con patas


Ya hace tiempo que se viene rumoreando que el cerdo ibérico es un alimento saludable en contra de los que pretenden amargarnos la vida diciendo que engorda, que aumenta el colesterol y otros sustos varios.
Bueno, pues ahora van unos investigadores, españoles por supuesto, y descubren que en realidad, en cuanto a nuestro  sistema vascular, al jamón ibérico, se le puede comparar con los pescados azules, las nueces o el aceite de oliva.
Pero cuidado, que esto no es tan nuevo.
El magnífico nutricionista Grande Covián, siempre tan gráfico, decía de  nuestro cerdo ibérico que "se podía comparar con un olivo con patas”. 
Y este señor, falleció en  1995.

Veamos algo muy interesante de este sistema circulatorio que Dios tuvo a bien entregarnos. 
Resulta que nuestras arterias las tenemos tapizadas por un tejido maravilloso: el endotelio. Tan maravilloso es que se entretiene en: 
  • Controlar la presión sanguínea y la coagulación de la sangre.
  • Pero es que también resulta ser una gran fuente de hormonas -tan resultonas ellas-
  • Y por si fuera poco, también toma parte, asistiendo a nuestro sistema inmune, en la defensa frente a invasores patógenos.
Casi nada ¿verdad?, pues esta maravilla también tiene sus problemas y si se le hinchan las narices (se inflama) empezamos a tener verdaderos problemas cardiovasculares. 
Concretando, que cuando el endotelio sufre, comienza el riesgo de padecer un infarto. 
Que miedo ¿no? Pues ahí viene, con esos andares tan sexis, el maravilloso cerdo ibérico a salvarnos: 
Que tenemos el endotelio algo perjudicado… pues  sólo son suficientes 50 gramos al día de jamón ibérico durante seis semanas para mejorarlo.
Si, si, tal como suena. 
Esto se desprende de los resultados de estudios recientes que ha publicado el Hospital Ramón y Cajal de Madrid. 
Y por si fuera poco, resulta que “los beneficios se mantienen después de dejar de consumirlo", según dice D. José Sabán, responsable de la Unidad de Endotelio y Medicina Cardiometabólica del hospital madrileño y director de la investigación. Aunque para qué lo vamos a dejar, ¿no?

Y por si no hubiera hecho suficiente mérito este señor investigador, añade, que "la mejora endotelial fue superior entre los jamones de cerdos que consumieron bellotas, y que se las comieron a la manera tradicional, al aire libre, y alimentados buscándolas entre las de hierbas debajo de las encinas.”

¿Verdad que a Don José habría que dedicarle ya alguna calle, plaza o monumento? Y que conste que los resultados se apoyan en datos absolutamente científicos.

El jamón ibérico viene acompañado de unos compuestos llamados polifenoles que son antioxidantes y antiinflamatorios a nivel vascular.
Estos también están en otros alimentos ricos en antioxidantes como el aceite de oliva, el vino tinto, el chocolate negro… ¿Veis como no todo lo que nos gusta es inmoral o engorda?...Bueno, también está en el té verde y los frutos rojos.

Es cierto que la sal nos obliga a tomarlo con cierta cautela.
Pero un buen productor con un buen producto -verdadero cerdo ibérico- puede mantener el porcentaje de sal dentro de unos límites más razonables.

Así es que ¡venga sin mala conciencia ¡ 
Pero siempre con mesura.   




En el próximo articulo veremos lo que manda la ley en cuanto a la forma de etiquetarlos para que no nos equivoquemos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario