lunes, 8 de junio de 2015

¿Son las hamburguesas un buen alimento?

Una hamburguesa no debe ser más que una porción de carne picada.

Las grandes cadenas multinacionales, solo utilizan carnes de vacuno mayor, que fileteada podría resultar dura, pero que picada, se puede consumir con facilidad.
Y este tipo de carnes, son una buena fuente de proteínas. 

Las mantienen congeladas y congeladas se asan sobre una plancha caliente.

En realidad, ese sistema de cocción no es menos sano que una barbacoa.

En la barbacoa, por ejemplo, la carne contacta con la llama y el humo resultante de quemar la grasa.
Y ya sabemos los elementos tóxicos que aporta la grasa quemada.

Pero de alguna forma, parece que tienen mala prensa.
Nos cuesta reconocer que de vez en cuando iríamos a comer la denostada comida rápida y nos sentimos algo culpables cuando caemos en la tentación de la mano de nuestros hijos.

¿Debemos considerar a la hamburguesa como un alimento recomendable?

La respuesta es sí. 
Pero si nos referimos solo a la pieza de hamburguesa.

El problema real, son los acompañamientos (patatas, refrescos, queso, mayonesa…)

Empecemos por considerar los valores nutricionales de una hamburguesa.

Básicamente, la hamburguesa aporta proteínas y grasa, además de los nutrientes normales de la carne como las vitaminas, minerales, fibra etc.

El contenido de grasas dependerá del tipo de carne que hayan empleado en su composición.
Y debemos tener en cuenta  que se  cocina a la plancha y  no se sumerge en aceite o grasas como ocurre por ejemplo en un pescado frito.
Y en todo caso al pasarlas por la plancha  perderán parte de grasa.

Si comparamos a las hamburguesas con alimentos similares, veremos que el
contenido de grasa sobre el total es  de 12.5  a  15.5 % 

La grasa de un chorizo o salchichón es 15 a 22 %  dependiendo de la categoría.
Y la de un queso tipo manchego puede ser de un 45%.

Referente al resto de ingredientes, las hamburguesas no necesitan conservantes ya que se trasladan congeladas y congeladas  se ponen sobre la plancha.

En cambio los embutidos sí tienen nitrificantes antioxidantes etc.

No pretendo con esto desaconsejar el consumo de embutidos, solo trato de hacer ver que desde siempre se han tomado alimentos similares o incluso con más grasa que las hamburguesas.
Por tanto, si nos ceñimos a sus características nutricionales no es menos sana o natural que cualquier producto cárnico de los llamados “de antaño.”

El problema real, está en el resto de ingredientes que suelen acompañar la bandeja con la hamburguesa.



Y es aquí donde se les ve el plumero a las multinacionales americanas en cuanto a la poca consideración en evitar los excesos de azucares y carbohidratos en general.

Por ejemplo Las patatas fritas son una fuente de acumular michelines.
Son hidratos de carbono acompañados de grasas, a veces saturadas.

Y para que hablar de los refrescos (a veces enormes o con vasos que pueden rellenar las veces que se quiera).
Llevan una gran cantidad de azucares que además puede ser glucosa del maíz.
.
La hamburguesa en sí misma no tiene ningún problema y si queremos restringir el exceso de carbohidratos, basta con dejar las patatas y cambiar el refresco por uno sin azúcar.

Mejor si  está acompañada de aros de cebolla, hojas de lechuga, alguna rodaja de tomate, láminas de encurtidos, etc.

No pasarse con al  kétchup, mostaza, la mayonesa, etc. (Todo esto con moderación).

Y no está de más  que se ponga una lámina de queso.

Así es que si os apetece una hamburguesa… pues adelante, sin complejos.

"Algo está mal si nunca puedo comer una hamburguesa; y algo está mal si sólo como hamburguesas”.







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